Análisis socio-económico de la
comuna
16 (Belén) en Medellín
1. Aspectos generales
1.1. Situación geográfica
La comuna de Belén está ubicada en el extremo sur-occidental
de la ciudad.
1.2. Límites
Al Norte con la quebrada Altavista y la Avenida 33; al
Oriente con el Aeroparque
Juan Pablo II, desde el Cerro Nutibara hasta la carrera
80-81; al Sur con el Municipio
de Itagüí y al Occidente con el Corregimiento de
Altavista, perímetro urbano.
1.3. División barrial
Según el Acuerdo No.997 de 1.993 la comuna está compuesta
por 21 barrios:
Código Nombre del Barrio
1601 Fátima
1602 Rosales
1603 Belén
1604 Granada
1605 San Bernardo
1606 Las Playas
1607 Diego Echavarría
1608 La Mota
1609 La Hondonada
1610 El Rincón
1611 Loma de los Bernal
1612 La Gloria
1613 Altavista
1614 La Palma
1615 Los Alpes
1616 Las Violetas
1617 Las Mercedes
Código Nombre del Barrio
1618 Nueva Villa del Aburrá
1619 Miravalle
1620 Nogal – Los Almendros
1621 Cerro Nutibara
2. Aspectos físicos
2.1. Área
La comuna de Belén ocupa un área de 988.7 hectáreas,
equivalentes al 9% del total de
la zona urbana y al 2.7% del total de Medellín.
2.2. Topografía e hidrología
El terreno de esta comuna se caracteriza por presentar
pendientes suaves a moderadas en gran parte de su territorio, excepto la parte
alta constituida por los barrios Belén Rincón (La Capilla), Zafra, Altavista y
La Violetas. Está atravesada por las vertientes de las quebradas Guayabala, La
Pabón, El Saladito, Caza Diana, Altavista, Picacha o Aguas Frías. El régimen
hidráulico de éstas presenta alteraciones notorias en las temporadas invernales
debido a la inadecuada explotación de materiales para la construcción en sus
cabeceras, generando sedimentación en sus cauces, y a un acelerado proceso de deforestación
en las cuencas, además de la utilización de sus lechos para la disposición
final de desechos sólidos a lo largo de sus recorridos. Como principal
accidente
geográfico y punto de referencia de toda la ciudad, se destaca el
Cerro Nutibara.
Es de anotar que las fajas de retiro de estas quebradas en
su parte media se
encuentran invadidas por construcciones.
2.3. Litología
Predominan los suelos residuales de rocas dioríticas y
granodioríticas del stock de Altavista (materiales de construcción), las
unidades de depósitos aluviales constituidos
por materiales transportados por
las quebradas que cruzan la comuna, los depósitos lacustres conformados por
arcillas expansivas y los depósitos de ladera. Aisladamente
se encuentran
depósitos antrópicos o llenos, de reciente vertimiento en la zona.
2.4. Procesos geológicos
Se encuentran procesos erosivos laminares conformados por
surcos y cárcavas;
también socavamiento de las márgenes de las quebradas,
desplomes y
desprendimientos de taludes y reptación superficial. Todos estos
fenómenos se
pueden asociar con los cambios en el uso del suelo, la extracción
inadecuada de materiales de cantera y playa, movimientos de tierra y banqueos
para adecuación
de vivienda en suelos no aptos. Estas actividades geológicas se
dan principalmente
en las partes altas de los sectores de Altavista, Zafra, Las
Violetas y El Rincón. Las
zonas de mayor riesgo se localizan en los
asentamientos de Las Violetas y Zafra.
3. Aspectos históricos
Desde 1.541, cuando Jerónimo Luis Tejelo llegó al Valle de
Aburrá, el sector
actualmente llamado Belén, ha figurado en la historia de la
ciudad de Medellín de
forma significativa. En esa época se denominó Aburrá de
los Yamesíes, que era la
tribu que lo poblaba. A partir de 1.616 se convirtió en
una encomienda indígena
llamada Otrabanda de Aburrá. Después de 1.639 inició su
decaimiento y traslado
a raíz de las luchas por estas tierras de gran valor
para agricultura y ganadería, actividades que las ocuparon de forma exclusiva
hasta las primeras décadas del
siglo XX, cuando se integraron físicamente a la
ciudad con la construcción de obras
civiles que permitieron el fácil cruce del
río.
Hasta 1.814, año en que cambió su nombre por Belén de
Otrabanda, se llamaba Sitio
de Guayabal y en 1.830 se le dio el nombre actual:
Belén.
Solamente a partir de 1.858, cuando se continuó el Camellón
de Carabobo hasta el río
y se inició la construcción del Puente de Guayaquil,
terminada en 1.864, se da el
proceso de integración de Belén a la ciudad,
proceso que se realiza inicialmente a
través de la producción de insumos para
la construcción y de alcoholes y aguardiente.
En 1.875 era el segundo poblado del Valle de Aburrá por
número de habitantes y producción, especialmente de caña de azúcar y frutales.
En las primeras décadas de este siglo se inicia un proceso
lento de
poblamiento que se da especialmente por inmigración de
personas procedentes
del occidente del departamento (Heliconia, Ebéjico,
Armenia y Sevilla); a partir de
1.950 empieza el proceso de urbanización de una
forma masiva y continua, el cual
se mantiene hasta la fecha.
4. Aspectos urbanísticos
4.1. Formas de asentamiento
Inicialmente la zona de la actual comuna de Belén era un
asentamiento para la
producción agrícola y ganadera; tenía muy baja densidad
poblacional. Con la
integración al costado oriental del Valle de Aburrá a
mediados del siglo XX se inició
su densificación.
En las primeras décadas del siglo XX se da un poblamiento
lento y disperso en los terrenos que constituyen hoy la comuna de Belén;
solamente a partir de 1.950 y hasta 1.970 se registra una urbanización
sistemática realizada por grandes urbanizaciones unifamiliares en el extremo
nor-occidental de la comuna; son los barrios que constituyen
la zona
tradicional de Belén. Este proceso se refuerza por la construcción del
aeropuerto Olaya Herrera y la carrera 70. En la década de los años 70 el
proceso de urbanización
es poco significativo, solamente a partir de 1.980 se
incrementa notablemente por medio de urbanizaciones cerradas construidas en el
extremo sur-occidental de la comuna, sacrificando para ello barrios
tradicionales como Belén Rincón, La Hondonada y La
Loma de Los Bernal.
4.2. Usos del Suelo
La zona de Belén presenta una amplia gama en cuanto a usos
del suelo se refiere,
debido principalmente a su configuración geográfica, la
red vial y la actividad edificadora. Predomina el uso residencial, pero también
hay otros diferentes como áreas y
corredores de actividad múltiple.
4.2.1. Uso residencial
Según el Acuerdo 62 de 1999 (POT), en el uso predominante
residencial
se buscará promover la presencia racional y respetuosa de
actividades económicas compatibles con la vivienda, protegiendo este uso como
principal. Se distinguen dos grupos, a saber:
Las áreas que presentan de manera general una predominancia
del uso de vivienda y
sus correspondientes usos complementarios,
características que se pretenden
preservar con base en el criterio de sana
mezcla de usos.
Las áreas que, contando aún con una predominancia del uso de
vivienda, presentan
una marcada tendencia hacia la mayor diversificación de
usos compatibles, debido a
su estratégica localización en la ciudad, y cuya
transformación se quiere promover
hacia una adecuada convivencia del uso
predominante residencial con usos como
las oficinas, los servicios personales,
la educación, la cultura y la salud, entre otros.
Se orientará a lograr una mezcla sana de usos y entre las
actividades económicas y
de vivienda, así como la diversidad y mayor intensidad
de actividades económicas,
de consumo y servicios en las centralidades y ejes,
complementarias y compatibles
con el uso residencial.
4.2.2. Centralidades
Esta comuna cuenta con una centralidad zonal que se localiza
en el parque principal
de Belén y su área de influencia, en la que se pretende
promover la localización y mantenimiento de actividades que permitan
consolidarla, como punto intermedio de concentración de usos múltiples entre la
escala de ciudad y la escala barrial.
El centro de zona es de tipo intermedio entre el centro de
la ciudad y las centralidades barriales, en cuanto a la magnitud y a la
diversificación de actividades, y se constituyen
en núcleos de distribución de
bienes y servicios a un conjunto de sectores, sirviendo de enlace entre estos y
el centro de la ciudad.
Se busca promover la localización de los equipamientos
públicos y privados zonales en estas centralidades, así como las diversas
categorías de comercio formal y soluciones formales al comercio informal,
servicios, oferta de empleo que permitan acercar más a
las comunidades a este
tipo de actividades, manteniendo al mismo tiempo los usos residenciales.
Igualmente se dan centralidades y corredores barriales que
son complementarios a las centralidades zonales, en los cuales se concentran
las actividades de la vida comunitaria
a esta escala.
Se reconocen en estas áreas y corredores las mismas
actividades que constituyen
usos complementarios en las áreas predominantemente
residenciales. Estas áreas
se encuentran en proceso de definición.
4.2.3. Corredores de actividad múltiple
Son corredores estructurantes que sirven de conectores entre
los componentes del sistema de centralidades, organizados como corredores de
actividad múltiple, situación que se busca consolidar como enlaces
fundamentales y soporte de la productividad y movilidad urbana.
Se pretende mantener la tendencia a la mezcla de usos,
garantizando el mantenimiento de las calidades ambientales y funcionales del
espacio público, al tiempo que considerando su futura adecuación con el sistema
de transporte masivo de mediana capacidad, se consolidarán como importantes
soportes de la productividad urbana.
En esta tipología de corredor se han definido los
siguientes: la avenida 80, las calles
30 y 33 y la carrera 65, en los tramos
que corresponden a la comuna de Belén.
Existe en la carrera 70 un corredor especializado que busca
consolidar sus
características principales como centro de actividad de
recreación, para el cual se
deben generar condiciones adecuadas de espacio
público.
4.2.4 Uso industrial
Se presenta en los laterales del cerro Nutibara, sobre la
calle 30A.
4.3. Zonas de tratamiento
Según el Acuerdo 62/99, la comuna de Belén hace parte de la
zona 6 del suelo
urbano de Medellín, en la cual se presentan zonas de
tratamiento urbanístico de consolidación con niveles 1, 2 y 3, redesarrollo,
desarrollo y mejoramiento integral.
Así mismo tiene suelos de protección, zonas de riesgo no
recuperables y destinaciones específicas que conforman el equipamiento
existente.
4.3.1. Tratamiento de consolidación (CN)
La zona de tratamiento de consolidación (CN) se aplica a
este sector en el que se pretende afianzar su desarrollo de conformidad con las
tendencias que presentan,
a partir de unas directrices generales.
Los parámetros de ordenamiento establecidos para este sector
estará orientado a consolidar los usos del suelo y los valores urbanísticos,
ambientales o paisajísticos
que presenta y a corregir los déficits que afectan
su adecuado funcionamiento,
teniendo en cuenta las condiciones de saturación a
futuro. En general, se propiciará
la generación de dotaciones de espacio
público, infraestructura y equipamientos, considerando el déficit actual y las
nuevas demandas que se presentarán con el
aumento de la población.
Las nuevas dotaciones se obtendrán mediante la aplicación de
normas sobre
obligaciones urbanísticas o constructivas. Sin embargo, en
aquellas zonas donde
habita la población de menos ingreso, será la
Administración Municipal la que
promueva y apoye la realización de estas
dotaciones.
Consolidación nivel 1 (CN1)
Para la Comuna de Belén se identifican los siguientes
barrios con tratamiento de consolidación nivel 1: La Mota, parte de la Loma de
los Bernal, parte de La Gloria,
parte del barrio Altavista, parte de Granada,
Fátima, Rosales, El Nogal
(Los Almendros), La Palma, Los Alpes, Nueva Villa del
Aburrá y Belén Central,
para un total de 363.61 hectáreas.
El objetivo de este tratamiento es el de cualificar,
mantener y ordenar el desarrollo urbanístico, de acuerdo con los requerimientos
de cada sector. Se aplica en aquellos sectores dotados de espacio público,
infraestructura y equipamientos suficientes y
de buena calidad, en los cuales
la generación de las nuevas dotaciones que se
requieran por el proceso de
redensificación, tales como espacios públicos u otras infraestructuras, se
logrará principalmente mediante mecanismos de cesiones individuales.
Consolidación nivel 2 (CN2)
En la zona de tratamiento de consolidación nivel 2 se han
incluido los barrios: San Bernardo, Las Playas, parte de Diego Echavarría,
parte de Granada, parte de
La Gloria, Miravalle y Las Violetas (sector
Villacafé), para un total de 161.32
hectáreas.
Se aplica en los sectores donde la infraestructura, el
espacio público y los
equipamientos son insuficientes e inadecuados con
relación al volumen de la
población o al funcionamiento adecuado de las
actividades. Con este tratamiento
se pretende suplir esta deficiencia con
nuevas dotaciones y cualificación de las
existentes, además de cubrir los
nuevos requerimientos que se generarán en su
desarrollo a futuro.
Las dotaciones necesarias se obtendrán mediante la
intervención asociada público privada, por parte de los constructores en
cumplimiento de obligaciones individuales,
o por las entidades públicas, según
la zona.
Consolidación nivel 3 (CN3)
Para el nivel 3 de consolidación se tienen los barrios:
parte de El Rincón, parte de Altavista, Las Mercedes y parte de Las Violetas,
para un total de 124.25 hectáreas.
Se aplica a aquellos sectores que presentan un déficit
crítico en dotación de infraestructura, espacio público y equipamientos;
generalmente se presenta en áreas densamente pobladas. El objetivo de
desarrollo en estas zonas es suplir estas
carencias priorizando sus necesidades
de acuerdo a la zona y a los requerimientos específicos.
Cuando estos sectores coincidan con la ubicación de la
población de menos recursos económicos, la construcción de estos requerimientos
se ejecutará bajo el apoyo y promoción de la Administración Municipal.
En los predios desarrollables aislados localizados al
interior de las zonas de consolidación, surtirán efecto las normas básicas
referentes a los procesos de urbanización o construcción, al tiempo que se
deberán cumplir las condicionantes de desarrollo establecidas para la zona
respectiva. Igual situación se aplicará a los predios desarrollables en zonas
con tratamiento de renovación, redesarrollo y conservación, mientras no se
formule un plan parcial.
4.3.2. Tratamiento de mejoramiento integral (MI)
El área de tratamiento de mejoramiento integral busca
mejorar la mala calidad y deficientes condiciones de vida en asentamientos
humanos de desarrollo incompleto
e inadecuado, localizados en la periferia, los
alrededores del centro de ciudad y en
zonas de riesgo mitigable, susceptibles
de un proceso de consolidación y recuperación.
La intervención de mejoramiento estará dirigida
específicamente a superar las carencias de dotación del entorno como: espacio
público, vías, transporte y equipamiento social y productivo, así como también
a la legalización integral de predios y edificaciones y el mejoramiento de la
vivienda. Ello implica estrategias de coordinación intersectorial.
Este tratamiento se aplicará en aquellos asentamientos
humanos, tales como los barrios de Altavista (sectores Zafra y Cantarranas) y
Las Violetas (parte alta), para un total de 22.44 hectáreas.
Estos instrumentos de planificación y gestión, proyectos de
legalización y regularización urbanística, podrán también desarrollarse en las
zonas objetivo del tratamiento de Consolidación Nivel 3.
4.3.3. Tratamiento de desarrollo (D)
En las zonas definidas con tratamiento de desarrollo se
incluye parte de La Hondonada, parte de El Rincón y parte de la Loma de Los
Bernal, para un total de 143.82 hectáreas.
Este tipo de tratamiento se aplica a predios de extensión
significativa localizados al interior del suelo urbano, con posibilidades de
dotación de infraestructura, pero que no han sido urbanizados o construidos.
El objetivo principal del tratamiento, será la efectiva
articulación de los predios a desarrollar con la malla urbana existente, de
manera que los nuevos proyectos se integren efectivamente a la ciudad y
realicen sus respectivas cesiones y dotaciones en función de la consolidación
futura de sectores urbanos con excelente calidad.
Será requisito para el desarrollo de los predios localizados
en estas zonas la elaboración previa y aprobación del correspondiente plan
parcial.
4.3.4. Tratamiento de redesarrollo (RED)
De igual manera se da el tratamiento de redesarrollo, el
cual pretende orientar procesos de transformación ya iniciados o generar nuevos
en zonas que cuentan con buenas condiciones de infraestructura y localización
estratégica en la ciudad de acuerdo con los objetivos de ordenamiento
propuestos por el POT, de manera que se privilegie su transformación hacia la
optimización de su potencial, permitiendo mayores aprovechamientos y diversidad
de usos.
Es condición esencial de este tratamiento la búsqueda y
aplicación de mecanismos que hagan atractiva y promuevan la gestión asociativa
de proyectos, vía la formulación de planes parciales, que garanticen la
planificación integral por sectores y posibiliten la utilización de unidades de
actuación urbanística, cooperación entre partícipes u otras herramientas
dirigidas al reparto equitativo de cargas y beneficios, y la generación de
unidades prediales más eficientes que promotion mayores aprovechamientos y
mejores dotaciones.
En las zonas de redesarrollo podrán realizarse proyectos
predio a predio utilizando el aprovechamiento medio previsto para el caso en la
correspondiente ficha. Una vez adoptado el plan parcial de la zona, regirán las
normas sobre aprovechamientos y usos complementarios definidos por el mismo.
Este plan parcial podrá hacer uso de los mayores aprovechamientos previstos
para la zona.
Así mismo, en estas zonas podrán permanecer las actividades
actuales siempre y
cuando no generen conflictos o deterioro en el sector y
cumplan con las normas ambientales pertinente.
Esta área se ubica entre las calles 30 y 33 y carreras 65 y
68B.
4.4. Uso social obligado y uso especial
Se aplica esta categoría a los predios cuya destinación es
educación, recreación y salud, cultura, seguridad, lo mismo que los servicios
institucionales y administrativos. Entre los más importantes se destacan: El
Cerro Nutibara, la Unidad Deportiva de Belén, colegios, escuelas, servicios de
seguridad y centros de salud.
5. Aspectos demográficos
Con relación al cuadro anterior y bajo los conceptos de que
la población menor de 15
años está constituida por las personas en edad
escolar, la comprendida entre los 15 y los 64 años por las personas en edad de
participar en la producción de bienes y servicios y las personas mayores de 65
como aquellas que corresponden a la tercera edad, se aprecia que para el año de
1999, la comuna de Belén registraba un total de 36.753 menores de 15 años de
edad, volumen que representa el 24,34% de la población residente en esta zona.
La población que está en edad de proveer la mano de obra para la producción, o
sea la población económicamente activa, ascendía a 105.297 personas,
equivalente a un 69,77% de su población total. Ahora, la población que se
encuentra en edad de retiro de la actividad económica, representa el 5,89% de
su total general, que en términos absolutos suman 8.884 habitantes.
Vivienda
Contabilizaba la comuna de Belén en el año 1998, un total de
41586 viviendas con instalaciones de energía, según Empresas Públicas de
Medellín, lo que permitió caracterizarlas por estrato socioeconómico como se
planteó en el cuadro anterior.
El mayor porcentaje de las instalaciones en viviendas, o sea
el 36.4%, corresponde al estrato medio-bajo o estrato tres (3) caracterizado a
nivel de estructura física de las viviendas, por ser casas independientes
revocadas y pintadas, también pueden ser bifamiliares y trifamiliares construidas
con materiales durables. El estrato cuatro (4) o estrato medio, representa el
29.2% del total de las instalaciones de energía y se caracterizan por ser casas
independientes o apartamentos en zonas residenciales técnicamente planeadas.
Hogares
Contabiliza la comuna de Belén un total de 43.665 hogares,
lo que teóricamente representa un déficit habitacional de 2.079 viviendas.
Densidad
Para el año 1.999, la comuna de Belén alberga 152,7 personas
por hectárea, cifra que es levemente inferior a la de la zona urbana del
municipio de Medellín, la cual es equivalente a 166,7 personas por hectárea.
Sisben
6. Equipamiento colectivo
6.1. Educación
Para atender la demanda educativa de la comuna se cuenta con
62 establecimientos educativos: 33 públicos y 29 privados.
Para el año 1998, la población matriculada era 35.665
personas, distribuida así por niveles educativos: en preescolar 4.379 alumnos y
en primaria 13.883 alumnos, para un índice neto de escolaridad de 92.6%; en
secundaria 17.403 alumnos y un índice neto de escolaridad de 79.6%.
El mayor déficit educativo de la comuna, para 1998, se ha
detectado en el nivel de secundaria con un 20.4%, en los barrios periféricos
donde está ubicada la población de menores recursos, como son Zafra, Altavista,
Buenavista, Las Violetas y El Rincón, los cuales muestran mayores carencias,
tanto cuantitativas como cualitativas.
Los principales establecimientos educativos son:
Liceo Montini
Escuela Rosalía Suárez
Instituto Yermo y Parrés
Liceo Sofía Ospina de Navarro
Centro Educativo Pedro Olarte Sañudo
Idem José Antonio Galán
Escuela Especial Belén
Escuela Urbana Integrada Ramón Ceballos
Escuela República Dominicana
Escuela Urbana Integrada Roberto Belarmino
Jardín Infantil Nacional Nº 1
Liceo Antonio Nariño
Escuela Jaqueline Kennedy
Escuela República de Guatemala
Liceo Octavio Harry
Escuela José María Bernal
Colegio La Inmaculada
Liceo San Rafael
Escuela Especial Belén
Liceo Alcaldía de Medellín
Escuela de Varones Antonio José Restrepo
Escuela Pedro Octavio Amado
Instituto Industrial Salesiano Pedro Justo Berrío
Escuela Rural San Pablo
Escuela República de Venezuela
Liceo Comercial Horacio Muñoz S.
6.2. Cultura
Aunque la zona cuenta con algunos escenarios culturales de
carácter metropolitano, como son los teatros Carlos Vieco, Universidad de
Medellín y los escenarios del cerro Nutibara y la Nueva Villa del Aburrá, se
puede decir que no se dispone de suficientes espacios donde puedan
desarrollarse actividades a nivel barrial o en menor escala, actividades que
permitan a la población la creación artística y el acercamiento a las
manifestaciones culturales en un plan diferente al consumo masivo de espectáculos.
6.3. Recreación
En lo que se refiere a este sector, la comuna de Belén está
bien dotada en términos generales; cuenta con gran variedad de áreas
recreativas que van desde parques hasta completas unidades deportivas y
equipamientos con cubrimiento metropolitano como son el cerro Nutibara, la
Unidad Deportiva de Belén, el parque Juan Pablo II. Casi todos los barrios de
la comuna cuentan con algún tipo de equipamiento recreativo, además de acceder
fácilmente a los parques metropolitanos.
En cuanto a equipamiento se cuenta con 77 escenarios
deportivos distribuidos así; 23 parques infantiles, 20 parques, 17 placas
polideportivas, 7 canchas de fútbol, 4 unidades deportivas, 2 clubes, 2 canchas
de baloncesto y 2 canchas de microfútbol.
Para esta comuna se obtuvo, en el estudio de recreación que
se realizó para la creación del INDER en 1.997, un índice de recreación de 0.79
metros cuadrados por habitante, resultado de comparar la población con las
áreas dotadas para recreación, incluyendo el Parque Juan Pablo II y el cerro
Nutibara.
6.4. Salud
El equipamiento está conformado por dos centros de salud,
una unidad intermedia hospitalaria y una clínica particular (Las Américas) de
alta especialización, además de otros centros de consulta que por su tamaño no
se consideran aquí.
Mirando la salud en cuanto a morbilidad, las cinco primeras
causas de consulta en su orden y con porcentaje de las consultas realizadas en
las instituciones adscritas a Metrosalud son: Infecciones respiratorias agudas,
60.6%; diarreas y enteritis, 24.3%; hipertensión esencial, 6.4%; tumores
malignos, 1.6%; y varicela, 1.4%.
En cuanto a mortalidad, las cinco primeras causas en su
orden son: Agresiones (homicidios), 16.5%; enfermedades isquémicas del corazón,
13.9%; enfermedades cerebrovasculares, 6.5%, enfermedades crónicas de las vías
respiratorias, 6.3%; y accidentes de tránsito, 5.0%. El 51.8% restante,
corresponde a otras causas de mortalidad que no son muy representativas
porcentualmente.
Estos indicadores son una clara muestra de la crítica
situación de la comuna, ya que la primera causa de muerte son los homicidios,
indicador clave al momento de plantear acciones y proyectos de desarrollo.
6.5. Bienestar Social
Para atender las demandas de la población a este nivel, se
cuenta con la Unidad Integral de Bienestar Social, encargada de coordinar los
programas de atención a grupos poblacionales específicos. Para estas
actividades se cuenta con locales en los barrios, tales como las casas de la
tercera edad; además existen 8 hogares infantiles, dos asilos de ancianos y una
corporación de atención a los niños.
En este sector social se debe destacar la presencia de una
serie de programas no institucionales como son los hogares comunitarios, los
hogares sustitutos, etc., que buscan hacer los procesos de rehabilitación y
capacitación en el medio al cual pertenece la población objeto de ellos.
6.6. Seguridad
En la comuna de Belén se concentra una serie importante de
equipamientos de seguridad de carácter metropolitano, como son ellos DAS, F2,
DIJIN y la Estación Metropolitana de Policía. También se cuenta con un CERCA,
dos inspecciones de policía, una inspección especial, una permanencia y una
comisaría de familia.
No obstante lo anterior, los altos índices de muertes
violentas y homicidios, demuestran la insuficiente gestión de los estamentos
frente a la dimensión del problema que radica principalmente en desequilibrios
de tipo social comunes a toda el área metropolitana.
Según la información contenida en los Macroindicadores
Medellín 1998, que elabora el Departamento de Análisis Estadístico, los delitos
cometidos en la comuna y denunciados se distribuyen así: contra el patrimonio
económico, 876; contra la vida e integridad personal, 250; hurto de vehículos,
523; y otro tipo de delitos, 416; lo que representa el 7.1% de los delitos
ocurridos en la ciudad.
Las muertes violentas, según registros estadísticos de 1997,
alcanzaron la cifra de 246, lo que representa el 6.4% de las muertes violentas
ocurridas en el municipio. Por homicidio murieron 200 personas, por accidentes
37, por suicidios 7 y por causas no definidas 2.
7. Servicios públicos
La comuna cuenta con 41.586 viviendas, en las cuales la
prestación de servicios públicos básicos se hace por las Empresas Públicas de
Medellín, servicios que pueden considerarse muy buenos en cuanto a calidad y
cubrimiento, ya que el porcentaje de viviendas con instalaciones de servicios
de energía, acueducto y teléfono es de 99%.
Como situaciones a resaltar, se presentan las siguientes:
– Proliferación, no autorizada de antenas de
telecomunicaciones para servicios de celular y trunking y tv cables.
– Vertimiento de escombros y basuras a las principales
quebradas del sector: La Guayabala, La Picacha y La Altavista.
– La prestación del servicio de gas está programada para el
año 2000/2001.
8. Infraestructura vial y transporte publico
Diagnóstico
En general, presenta una buena retícula vial, excepto en los
asentamientos ubicados en la periferia, los cuales obedecen a desarrollos
urbanísticos informales. Esta malla vial existente presenta una sección pública
adecuada para las demandas vehicular y peatonal locales.
La comuna está conectada al resto de la ciudad por
corredores norte-sur-norte como son las carreras 65, 70, 76, avenida 80-81 y la
carrera 83-84, que le permiten una buena integración con las zonas del sur y
del norte de la ciudad.
Adicionalmente, cuenta con buenos corredores oriente –
occidente – oriente como son las calles 30 y 33 que permiten el acceso al
centro de la ciudad. Sin embargo, en este sentido tiene deficiencias dado que
el aeropuerto Olaya Herrera representa una barrera para lograr una adecuada
integración con las comunas 15 (Guayabal) y 14 (El Poblado). Asimismo, se
presenta saturación del flujo vehicular en las intersecciones de esta red vial
estructurante de la comuna, generándose problemas de congestión especialmente
en las horas pico del día.
Es de resaltar el apoyo que dan a la red arterial las vías
laterales a las quebradas La Picacha, Altavista y Guayabala, que permiten mayor
fluidez y posibilidad de maniobrabilidad al conjunto de la estructura vial
principal.
El acelerado incremento de urbanizaciones en los sectores de
El Rincón y la Loma de Los Bernal, ha contribuido a generar un aumento del
flujo vehicular, con baja infraestructura vial de acceso (calle 1 sur,
laterales a la quebrada La Guayabala y la carrera 76) que hacen críticas las
intersecciones a nivel con la avenida 80-81.
Proyectos
Para mejorar las condiciones de conexión de la comuna con el
resto de la ciudad, se tienen proyectos viales de gran importancia como lo son:
Prolongación de la calle 10 bajo las pistas del aeropuerto,
a empalmar con las vías laterales a la quebrada La Guayabala.
Prolongación de la calle 14 a desnivel con la avenida 80-81.
Ampliación de la carrera 76, con paso a desnivel sobre la
avenida 80-81 y la calle 14.
La longitudinal o Circunvalar Occidental de alcance
metropolitano.
Partición y semaforización de las glorietas a lo largo de la
avenida 80-81, como primera etapa para mejorar la circulación por esta vía.
Implementación de puentes retorno en las laterales de las quebradas
La Guayabala, Altavista y La Picacha.
Ampliación de las calles 30, 33 y la carrera 70, en los
tramos que aún faltan por ampliar.
En general la zona de Belén dispone de una adecuada red
vial, pero debido al acelerado crecimiento urbanístico de la misma y del parque
automotor, que generan problemas de congestión vial sobre algunas vías arterias
e intersecciones viales principales, especialmente en los períodos picos del
día, hoy y hacia el futuro se requiere la ejecución de los proyectos viales
relacionados anteriormente.
Transporte
El servicio de transporte público en la zona de Belén es el
más eficiente de la ciudad con un cubrimiento del 99% en ambas direcciones:
norte – sur y oriente – occidente, servido por las rutas, 170, 171, 172, 174,
176, 178, 179, 300, 301, 302, 303, 190, 192, 193.
La operación del metro a lo largo del río Medellín, debería
obligar a una reestructuración del transporte colectivo tradicional con el fin
de alimentar el Metro, buscando así mejorar la eficiencia del sistema de
transporte para la comunidad.
La empresa Metro, dentro de la política de crecimiento del
sistema, ha adelantado el estudio de factibilidad para operar la línea C sobre
la calle 30, entre la estación Industriales y la Universidad de Medellín.
El Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad en su
propuesta de mejorar el Sistema Integrado de transporte para la ciudad, propone
introducir una red que ofrezca un nuevo nivel de servicio transporte masivo de
mediana capacidad (TMMC) estilo trolebús. Se propone para la zona de Belén como
parte de la nueva red, la línea sobre la calle 30 estudiada por el metro, pero
con ingreso al centro, y la de la calle 10, y en la dirección norte – sur la
línea de la avenida 80-81.
El programa de depósitos de buses urbanos, establecido por
el Acuerdo Municipal 49/98 y gestionado por la Promotora Inmobiliaria, dará al
servicio el depósito-terminal de Altavista, dando solución al problema que
generan los buses sobre la vía pública.
9. Organización comunitaria
Según el Directorio de Organizaciones Comunitarias de Medellín,
en la comuna se cuenta con 27 Juntas de Acción Comunal, una Junta
Administradora Local y 20 organizaciones que se aglutinan alrededor de
diferentes intereses colectivos, primando las que se dedican a trabajar con y
por los jóvenes. También son importantes los grupos comunitarios de salud y de
actividades culturales.
comuna 16 (Belén) en Medellín
Juan Pablo II, desde el Cerro Nutibara hasta la carrera 80-81; al Sur con el Municipio
de Itagüí y al Occidente con el Corregimiento de Altavista, perímetro urbano.
la zona urbana y al 2.7% del total de Medellín.
geográfico y punto de referencia de toda la ciudad, se destaca el Cerro Nutibara.
encuentran invadidas por construcciones.
por materiales transportados por las quebradas que cruzan la comuna, los depósitos lacustres conformados por arcillas expansivas y los depósitos de ladera. Aisladamente
se encuentran depósitos antrópicos o llenos, de reciente vertimiento en la zona.
también socavamiento de las márgenes de las quebradas, desplomes y
desprendimientos de taludes y reptación superficial. Todos estos fenómenos se
pueden asociar con los cambios en el uso del suelo, la extracción inadecuada de materiales de cantera y playa, movimientos de tierra y banqueos para adecuación
de vivienda en suelos no aptos. Estas actividades geológicas se dan principalmente
en las partes altas de los sectores de Altavista, Zafra, Las Violetas y El Rincón. Las
zonas de mayor riesgo se localizan en los asentamientos de Las Violetas y Zafra.
actualmente llamado Belén, ha figurado en la historia de la ciudad de Medellín de
forma significativa. En esa época se denominó Aburrá de los Yamesíes, que era la
tribu que lo poblaba. A partir de 1.616 se convirtió en una encomienda indígena
llamada Otrabanda de Aburrá. Después de 1.639 inició su decaimiento y traslado
a raíz de las luchas por estas tierras de gran valor para agricultura y ganadería, actividades que las ocuparon de forma exclusiva hasta las primeras décadas del
siglo XX, cuando se integraron físicamente a la ciudad con la construcción de obras
civiles que permitieron el fácil cruce del río.
de Guayabal y en 1.830 se le dio el nombre actual: Belén.
y se inició la construcción del Puente de Guayaquil, terminada en 1.864, se da el
proceso de integración de Belén a la ciudad, proceso que se realiza inicialmente a
través de la producción de insumos para la construcción y de alcoholes y aguardiente.
del occidente del departamento (Heliconia, Ebéjico, Armenia y Sevilla); a partir de
1.950 empieza el proceso de urbanización de una forma masiva y continua, el cual
se mantiene hasta la fecha.
producción agrícola y ganadera; tenía muy baja densidad poblacional. Con la
integración al costado oriental del Valle de Aburrá a mediados del siglo XX se inició
su densificación.
la zona tradicional de Belén. Este proceso se refuerza por la construcción del aeropuerto Olaya Herrera y la carrera 70. En la década de los años 70 el proceso de urbanización
es poco significativo, solamente a partir de 1.980 se incrementa notablemente por medio de urbanizaciones cerradas construidas en el extremo sur-occidental de la comuna, sacrificando para ello barrios tradicionales como Belén Rincón, La Hondonada y La
Loma de Los Bernal.
debido principalmente a su configuración geográfica, la red vial y la actividad edificadora. Predomina el uso residencial, pero también hay otros diferentes como áreas y
corredores de actividad múltiple.
sus correspondientes usos complementarios, características que se pretenden
preservar con base en el criterio de sana mezcla de usos.
una marcada tendencia hacia la mayor diversificación de usos compatibles, debido a
su estratégica localización en la ciudad, y cuya transformación se quiere promover
hacia una adecuada convivencia del uso predominante residencial con usos como
las oficinas, los servicios personales, la educación, la cultura y la salud, entre otros.
de vivienda, así como la diversidad y mayor intensidad de actividades económicas,
de consumo y servicios en las centralidades y ejes, complementarias y compatibles
con el uso residencial.
de Belén y su área de influencia, en la que se pretende promover la localización y mantenimiento de actividades que permitan consolidarla, como punto intermedio de concentración de usos múltiples entre la escala de ciudad y la escala barrial.
en núcleos de distribución de bienes y servicios a un conjunto de sectores, sirviendo de enlace entre estos y el centro de la ciudad.
las comunidades a este tipo de actividades, manteniendo al mismo tiempo los usos residenciales.
a esta escala.
usos complementarios en las áreas predominantemente residenciales. Estas áreas
se encuentran en proceso de definición.
30 y 33 y la carrera 65, en los tramos que corresponden a la comuna de Belén.
características principales como centro de actividad de recreación, para el cual se
deben generar condiciones adecuadas de espacio público.
urbano de Medellín, en la cual se presentan zonas de tratamiento urbanístico de consolidación con niveles 1, 2 y 3, redesarrollo, desarrollo y mejoramiento integral.
a partir de unas directrices generales.
que presenta y a corregir los déficits que afectan su adecuado funcionamiento,
teniendo en cuenta las condiciones de saturación a futuro. En general, se propiciará
la generación de dotaciones de espacio público, infraestructura y equipamientos, considerando el déficit actual y las nuevas demandas que se presentarán con el
aumento de la población.
obligaciones urbanísticas o constructivas. Sin embargo, en aquellas zonas donde
habita la población de menos ingreso, será la Administración Municipal la que
promueva y apoye la realización de estas dotaciones.
parte del barrio Altavista, parte de Granada, Fátima, Rosales, El Nogal
(Los Almendros), La Palma, Los Alpes, Nueva Villa del Aburrá y Belén Central,
para un total de 363.61 hectáreas.
de buena calidad, en los cuales la generación de las nuevas dotaciones que se
requieran por el proceso de redensificación, tales como espacios públicos u otras infraestructuras, se logrará principalmente mediante mecanismos de cesiones individuales.
La Gloria, Miravalle y Las Violetas (sector Villacafé), para un total de 161.32
hectáreas.
equipamientos son insuficientes e inadecuados con relación al volumen de la
población o al funcionamiento adecuado de las actividades. Con este tratamiento
se pretende suplir esta deficiencia con nuevas dotaciones y cualificación de las
existentes, además de cubrir los nuevos requerimientos que se generarán en su
desarrollo a futuro.
o por las entidades públicas, según la zona.
carencias priorizando sus necesidades de acuerdo a la zona y a los requerimientos específicos.
e inadecuado, localizados en la periferia, los alrededores del centro de ciudad y en
zonas de riesgo mitigable, susceptibles de un proceso de consolidación y recuperación.
cuando no generen conflictos o deterioro en el sector y cumplan con las normas ambientales pertinente.
años está constituida por las personas en edad escolar, la comprendida entre los 15 y los 64 años por las personas en edad de participar en la producción de bienes y servicios y las personas mayores de 65 como aquellas que corresponden a la tercera edad, se aprecia que para el año de 1999, la comuna de Belén registraba un total de 36.753 menores de 15 años de edad, volumen que representa el 24,34% de la población residente en esta zona. La población que está en edad de proveer la mano de obra para la producción, o sea la población económicamente activa, ascendía a 105.297 personas, equivalente a un 69,77% de su población total. Ahora, la población que se encuentra en edad de retiro de la actividad económica, representa el 5,89% de su total general, que en términos absolutos suman 8.884 habitantes.
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